Pupa. Es una muñeca italiana de la cual dicen que se mueve por sí misma y que tanto sus expresiones faciales como la posición de su brazos y piernas, cambian. Se dice que mueve las cosas que la rodean en el estante cerrado donde está guardada. Desde la muerte de su dueña, en 2005, las actividades de Pupa han aumentado considerablemente y pareciera que quisiera ser liberada de su prisión.
La particularidad de esta muñeca es que fue hecha a imagen y semejanza de su dueña. Una costumbre muy arraigada en muchas partes del mundo, tanto así que algunas de estas muñecas tienen cabello real provisto por parte del niño o niña al cual emulan, o cabello humano vendido al fabricante de muñecas como es el caso de Pupa.
Alice. Esta muñeca vive con su dueña Marie Ford, en el
estado de Washington, E.U.A. Se dice que algo raro vive en el cuerpo
inerte de ésta, pues se ha escuchado a Alice susurrarle a las personas
cuando sus orejas se acercan a su cara. Tiene una mirada muy pesada y
helada que sigue a la gente.
Amanda. Vive muy a su pesar, encerrada en un lugar en
Atlanta, Georgia, donde por ahora reposa. "Este no es un juguete
cualquiera y mucho menos para tenerlo cerca de sus hijos" declara Reggie
Jacobs, investigador del centro paranormal de Atlanta.
Se dice que el fantasma que la posee es muy activo y destructivo, si no
eres de su agrado destruirá todo lo que esté a su alcance hasta que
cambie de dueño. Se dice también que la muñeca trae consigo la mala
suerte; además, cuentan que la muñeca se mueve por sí sola.
Joilet. La historia de Joliet se remonta a cuatro
generaciones atrás, Anna G., la actual dueña del objeto dice que esta
muñeca llegó a ella por parte de su madre, quien a su vez la recibió de
parte de la suya y ella de su propia madre. Cada hija de la familia
carga con la maldición de tener un niño y una niña, y del cual el niño
moriría irremediablemente a los tres días de nacido.
La familia tiene la creencia que así será hasta el fin de su dinastía y
que la muñeca está guardando el alma de esos niños muertos. A través de
los años, los miembros de la familia declaran que han escuchado a Joliet
llorar y sollozar con distintas voces de bebés al mismo tiempo y que en
ciertas noches se escucha un grito desgarrador que hiela la sangre.
Emilia. Esta muñeca de más de 100 años fue un regalo hecho por el rey Umberto I, a la hija de uno de sus más queridos y fieles guardias; se dice que la muñeca fue la causante de la muerte del guardia.
Esta muñeca ha sobrevivido varios desastres, incluyendo las dos Guerras Mundiales. No obstante, ha ido perdiendo parte de su cuerpo como los brazos y cabello; esto gracias a un atentado con una bomba. Se dice que dentro del cuerpo de la muñeca, vive el alma de una mujer que intentó rescatarla de la explosión.
Sofía. La muñeca tiene extraños gustos y en un
principio citaba en voz baja: "Sueña conmigo"; luego de la muerte del
abuelo de Belén, quien era la dueña.
Tiempo después, empezó a hacer sonidos extraños, para luego decir: "Muere conmigo"; las extrañas voces continúan hasta el presente y la muñeca además de pronunciar tan extraña frase, también mueve los ojos sin razón, siguiendo con la mirada a las personas que se acercan a ella.
Tiempo después, empezó a hacer sonidos extraños, para luego decir: "Muere conmigo"; las extrañas voces continúan hasta el presente y la muñeca además de pronunciar tan extraña frase, también mueve los ojos sin razón, siguiendo con la mirada a las personas que se acercan a ella.
Bebe. Es otra "muñeca poseída y muy real", dice Janice
Poole, investigadora y coleccionista de muñecas poseídas. Poole tiene
una colección de más de 25 muñecas con esta característica, de las que
algunas las ha obtenido por medio del sitio Ebay y otras le fueron
donadas por sus anteriores dueños. La casa de Poole no había tenido
actividad paranormal hasta que Bebe llegó a su hogar.
Harold. El infame Harold es conocido por las múltiples
voces que provienen de su interior, además de moverse por su voluntad.
Harold "el embrujado" es uno de los muñecos poseídos más populares,
pues embrujado o no, ya ha marcado historia en el mundo.
Su último dueño lo compró para restaurarlo y hasta ahora nada le ha sucedido para probarlo o negarlo.
Su último dueño lo compró para restaurarlo y hasta ahora nada le ha sucedido para probarlo o negarlo.
Mandy. La muñeca embrujada vive en el museo Quesnel, en
la antigua ruta Cariboo, que se encuentra en el camino que alguna vez
fue utilizado durante la fiebre del oro en la Columbia Británica. Ella
es uno de los más de 30 mil objetos en exhibición en el lugar, pero sin
duda es un artículo único.
Mandy fue donada en 1991. La persona que entregó a Mandy, también
conocida como Miranda, le dijo al cuidador del museo que era una
reliquia familiar; sin embargo, quería deshacerse de ella, porque
escuchaba el llanto de un bebé que provenía de la muñeca.
Fuente: http://de10.com.mx/13388.html
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